Durante una rara noche lluviosa en Los Ángeles, Martin y Jake se dirigen a Breakwire para obtener la ayuda de su viejo amigo Dutch, un ex-Navy Seal. Cuando las luces se apagan en el edificio, se sospecha de la tormenta, pero todo el infierno se desata cuando Guillermo entra en el local. A medida que la intensidad aumenta y la gente aparece muerta, la capacidad de Jake para comunicarse con Amelia demuestra ser fundamental en la defensa de su vida.