Siete años después, Hugo Beltrán, estríper de Marbella, sale de la cárcel donde ingresó acusado de matar a Philip Norman, marido de Macarena Medina –antigua amante de Hugo e importante empresaria de la Costa del Sol–, y cuyo cadáver apareció en el barco de Hugo calcinado y sin cabeza. De su defensa se encarga Triana, joven abogada de un gran bufete que, al reabrir el caso descubre un sinfín de irregularidades que ponen en duda la culpabilidad de Hugo. Todo apunta a que fue un falso culpable. Los dos empiezan a trabajar para descubrir la verdad sin saber que detrás de todo está Doña Benigna, matriarca de la familia Rojas y gran rival de Macarena que, financiando su defensa en la sombra, busca hundir la reputación de la familia Medina y hacerse con la concesión de la construcción del nuevo puerto de la ciudad. La salida de Hugo de la cárcel es, además, bienvenida por sus antiguos compañeros de baile que ven una gran oportunidad para volver a juntarse y relanzar a los Toy Boys.