Desconcertada después de que su madre identifique a un vecino llamado Jonathan con el retrato robot que hizo la policía del asesino de su hermana, Carrie se reúne con Al para investigar el asesinato de Marshall Smith. Cuando Carrie ve las pruebas, teme que la hija de Marshall, Bianca, sea la próxima víctima. Tras encontrar el número de teléfono de los servicios sociales, Carrie va a ver a Rosario Sánchez, una trabajadora social que ayudó a Marshall y a su hija Bianca.