Cada mes de mayo, en un tranquilo pueblo inglés, miles de personas se reúnen para ver a los corredores perseguir una rueda de queso por una colina. Una colina muy empinada. Siga a los competidores mientras corren, caen y se estrellan por la colina a máxima velocidad, arriesgando fracturas de extremidades y huesos del cuello rotos, para cruzar la línea de meta primero y coronarse campeón de cheese rolling.