Franky está bajo fuego. Con su suministro cortado y su base de poder diezmada, ella está sola cuando los prisioneros vienen detrás de ella para reclamar lo que se les debe. Bridget identifica a Franky como alguien a quien realmente podría ayudar, pero Franky se niega a participar, desahogando su frustración destrozando la Unidad de Educación. Mientras tanto, Bea está preocupada por el interés de la policía en Will, y se sorprende cuando hace una confesión sorprendente.