Una cabeza desollada y con una víbora metida en la boca aparece colocada dentro un dispensador de periódicos hispanos de Las Vegas. Todo apunta a que el asesinato cometido sobre el cuerpo al que pertenece esa cabeza está relacionado con el mundo de las drogas en los suburbios mejicanos de la ciudad. Nick lleva solo el caso mientras Warrick, con la ayuda de dos miembros del turno de noche, se encarga de descifrar la muerte de un agente de ventas telefónicas dentro de una furgoneta en la azotea de un casino.