Lewis y Bayliss investigan un homicidio en un internado. Gee va a la casa de Frank para recogerlo para un viaje al rango de armas. Kellerman quiere que la investigación sobre la corrupción en su antigua unidad de incendios se mueva, pero descubre que todos los verdaderos culpables han hecho tratos de culpabilidad. La prueba de armas de Fuego de Frank parecía prometedora. La pequeña voz en la cabeza de Bayliss le dice que McPhee Broadman podría ser su sospechoso a pesar del hecho de que su madre es una poderosa jueza en Baltimore. Un estudiante se acerca y confiesa el asesinato del estudiante; sin embargo, los detectives no están convencidos de que él solo fuera el responsable. Frank pasa el examen y puede volver al servicio activo, pero en lo que a él respecta la verdadera prueba está en la caja.