Tras reunir reducciones de condena como recompensa a los numerosos favores hechos al alcaide tan sólo seis meses separan a Earl de la libertad, los cuales desaparecerán si organiza un programa de reconciliación de presos con sus víctimas. La prueba se empezará a hacer con John, un joven que quemó la casa de sus padres, a los que culpa de todos sus males. Earl pondrá todo para conseguir que hagan las paces, incluso el dinero que le queda del premio de lotería...