Consciente de que necesita de la ayuda de Earl, el alcaide Hazelwood anula todos sus certificados de reducción de condena y le encierra dos meses en la celda de aislamiento con la intención de doblegar su voluntad y seguir utilizándolo. Earl, traicionado, llega a la conclusión de que su única posibilidad para salir pronto de la cárcel pasa por una fuga, por lo que reúne a toda la pandilla, quienes tanto desde dentro como desde fuera de prisión trazarán entre todos un plan para liberar a su amigo.