Joel recibe una carta de su novia, Elaine, en la que ésta le informa de que se ha casado con otro. Sumido en la depresión, Joel intenta, sin éxito, reforzar su ego intentando ligarse a una amiga de Chris. Por otra parte, Holling compra una antena parabólica para el Brick, sin saber que los más de doscientos canales a su disposición convertirán a Shelly en una teleadicta, incapaz de vivir sin su dosis diaria de documentales italianos, concursos estúpidos, y teletiendas de todo tipo, poniendo en peligro no sólo su relación sino también su cordura.