El sol de medianoche y su peculiar luz tienen un curioso efecto en Joel: no sólo aumentan su libido, sino que además le dan la energía suficiente como para entrenar al equipo de baloncesto de Cicely. Mientras Joel lucha por llevar a su equipo a la victoria, Shelly decide volver a enfundarse el traje de cheerleader, provocando inusitadas e incontrolables reacciones en Holling. Por otra parte, un vendedor ambulante se plantea abandonar la carretera e instalarse en Cicely tras conocer a Ruth-Anne.