Miranda Bailey acompaña a Los Ángeles a una paciente en estado crítico que necesita un trasplante de riñón y que puede tener una posible donante en su hermana. La donante es una mujer divorciada con tres niños pequeños y un ex marido que disfruta pegando por lo que un avión para ir a otro estado no era una opción y por eso Bailey se decidió a viajar con la paciente. Sheldon descubre que Pete es ahora quien cuida a Lucas y se siente muy mal con la situación.