Cuando la familia de un novato golpea públicamente a Eddie, debe elegir entre poner la otra mejilla y usar a Vera como arma para disparar. Un viejo ritual meyerista saca recuerdos reprimidos para Cal, y por mucho que quiera olvidar, el destino y María, no se lo permiten. La crisis de fe de Sarah se profundiza cuando conoce a un profesor universitario de religión que desafía todo en lo que ha creído.