Ned Flanders alquila una habitación de su casa a dos universitarias, sin sospechar que las chicas instalarán una webcam para su página sexy en Internet. Cuando Ned descubre lo que todo el pueblo ya sabe, el bochorno le obliga a mudarse a una ciudad que resulta ser demasiado remilgada hasta para él, mientras el nuevo inquilino de su antigua casa le hace la vida imposible a Homer.