Bart es expulsado del colegio y sus padres se ven obligados a ingresarle en una escuela católica privada. Allí, el padre Sean utiliza los cómics para aficionar a Bart al catolicismo, lo cual preocupa a sus padres, que pretenden que Bart siga siendo protestante. Cuando Homer va a quejarse ante el padre Sean, éste pulsa las teclas adecuadas para poner a Homer de su lado, lo cual acaba provocando un enfrentamiento entre los católicos y los protestantes de Springfield.