La humilde asistente de enseñanza Becky le entrega a la directora Miss Pinkerton un ultimátum: pagándole adecuadamente para que enseñe en su Academia para Damas Jóvenes o para que le encuentre una estación en otro lugar. La señorita Pinkerton llama al farol de Becky, y Becky se ve obligada a empacar sus escasas posesiones. La amable hija del corredor de bolsa Amelia Sedley se compadecimiento de la pobre huérfana y se ofrece a llevarla a casa durante la semana.