Cuando Bourdain se dirige a Puerto Rico para ver la realidad detrás de las piñas coladas y los resorts de lujo, encuentra esplendor natural, comida deliciosa y gente cálida, todo en el contexto de una crisis económica aparentemente insuperable. Bourdain también aprende por qué los puertorriqueños están tan dedicados a su patria, y tan decididos a quedarse allí. Prueba 'comida de la abuela' en un restaurante que evoca una simple casa tradicional puertorriqueña, abre los cangrejos más frescos en un lugar rústico en la playa, se une al cantante Tito Auger para una comida con amigos y disfruta de algunos de los mejores lechones (carne de cerdo asada) alrededor. Un viaje a la pequeña isla de Vieques completa su experiencia, con una comida en una granja sostenible y una discusión optimista sobre estrategias para un futuro mejor para la región y su gente.
Aún no se han agregado bandas sonoras al programa.